Espejito, espejazo


Parece que algo brilla en el monte de Viganella, un brillo caliente, directo a la plaza del pueblo. Si todavía no lo habéis adivinado, yo todavía lo estoy asimilando, os resuelvo la cuestión: es un gran espejo, motorizado que toma la luz del sol y la redirige al centro de esta pequeña población.
Hartos de no ver el sol durante 89 días, una montaña tapaba los rayos, el alcalde del pueblo alpino fue transformando lentamente su delirio en materia pesada, concretamente acero y vidrio, y las gentes se fueron convenciendo de que sería posible. Un gran espejo de 5x8 metros va orientando para dirigir efectivamente los preciados fotones a la oscura plaza del pueblo. Es curioso como en esta noticia, fascinante en todo caso, manifiesta el ansia del ser humano por el contacto con el sol, ya reflejada en las positivistas tesis de Le Corbusier. 

Cuando deis un paseo en estos días fríos, que dejan pasar algunos rayos de sol, fijaros en los espacios al sol de vuestras ciudades, plazas, calles orientadas, parques... y observar que como si de un botellón se tratase, los ancianos se adueñan de estos lugares durante toda la mañana mientras el resto de los peatones vamos disparados hacia no se que dirección. 


 

1 comentario:

  1. hay un documental de este espejo pero no recuerdo si era de discovery channel :?

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